La Comisión Europea anunció finalmente que extendió los permisos para el uso del herbicida glifosato por otros diez años, hasta 2033. La decisión se basa en las exhaustivas evaluaciones de peligros y riesgos donde no se identificaron áreas críticas de preocupación para impedir una renovación de la aprobación. Las evaluaciones fueron realizadas por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y la Agencia Europea de Mezclas y Sustancias Químicas (ECHA). 

La renovación del glifosato permite a los productores agropecuarios continuar la producción de alimentos con herramientas y tecnologías que evitan la erosión del suelo (siembra directa), facilitan la agricultura conservacionista y regenerativa, y mejoran la capacidad de retención de agua en suelo entre otros beneficios.

La decisión de la Comisión Europea revaloriza el rol de la evidencia científica por sobre la percepción pública y culmina un proceso muy bien documentado.  De ese modo, llega a su fin (por 10 años) un proceso de reevaluación que llevó más de 4 años de análisis, la intervención de 4 países (Francia, Hungría, Países Bajos y Suecia), que en grupo analizaron un dossier con más de 100 nuevos estudios que se suman a los 16.000 estudios científicos inicialmente considerados por la EFSA (más de 100 son nuevos). 

Es sabido que el glifosato es una de las moléculas más estudiadas del mundo y hoy, una vez más, el Sistema de Regulación se basó en la información científica de calidad internacionalmente reconocida para rectificar la seguridad del herbicida para la salud de las personas y el ambiente siempre que se utilice respetando las condiciones de uso para las que fue aprobado.

El glifosato es una herramienta tecnológica clave para las exportaciones anuales de Argentina que permite el ingreso de divisas al país. Este herbicida junto a otras innovaciones posibilitó la expansión del desarrollo competitivo del sector agrícola nacional, que, entre otros aportes, contribuyó a sacar a la Argentina de la crisis económica de 2002.

 De no haberse revalidado el registro de glifosato, las exportaciones argentinas y nuestro sistema de producir basado en el cuidado de los recursos mediante la siembra directa se hubieran visto amenazados. Argentina exporta alimentos de origen vegetal por más de 7.000 millones de dólares a la Unión Europea, casi en su totalidad aportada por los cereales y oleaginosas y sus procesos industriales.

 En un contexto político y económico tan incierto, la renovación del glifosato genera un marco regulatorio de normalidad a las principales exportaciones del país asegurando previsibilidad a la cadena agroindustrial. 

La UE lleva sus decisiones políticas internas hacia otros países. El impacto de estas medidas podría afectar otros mercados perjudicando al total de las exportaciones agrícolas argentinas que son de aproximadamente 50.000 millones de dólares. 

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Agradecemos por el trabajo en conjunto, el interés y la predisposición de todos ustedes ante estos temas. Noticias como estas muestran la importancia del trabajo entre sectores público-privado. Quedamos a disposición

Unión Europea renovó la aprobación de uso de glifosato por 10 años

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